Arte y terapia: El valor terapéutico del Arte
En el contexto terapéutico el arte nos permite proyectar asuntos internos, se presenta como oportunidad de expresión y reflejo de nuestros conflictos para poder tomar conciencia de ellos.
Además, sirve como apoyo para asimilar aspectos y partes de nosotros que pueden estar ocultas o dormidas.
El arte en la terapia también se puede entender como recurso comunicativo, como lenguaje. Es un modo diferente de establecer diálogo más allá de la palabra.
Pero lo más interesante es que el arte nos brinda la posibilidad de descubrir y desarrollar nuevos ajustes creativos, es decir, amplía nuestros recursos y nos descubre otros nuevos para desenvolvernos en la vida.
Otra cualidad muy poderosa es su capacidad transformadora. Esto quiere decir, que a través del arte podemos transformar nuestras emociones.
“El Arte es la mentira que nos ayuda a ver la verdad” Picasso
¿De qué manera nos podemos hacer servir del arte en el proceso terapéutico?
Podemos emplear diferentes vías artísticas tales como la pintura, la música, la escritura, el teatro, el movimiento, la voz, la fotografía…
A través de estas podemos aprender a desarrollar la propia creatividad y trabajar bloqueos, miedos, problemas de autoestima, ansiedad, y un largo etcétera.
Cualquier idea e iniciativa son buenas a la hora de trabajar, y no es necesario conocer la técnica. Lo importante es el deseo, la búsqueda de uno mismo y la voluntad de comunicar.
El resultado de la creación nunca será bueno ni malo. No se trata de buscar una ejecución perfecta. Esto no es lo que buscamos en la terapia, sino que cada persona pueda expresarse y descubrir asuntos personales reflejados en la misma.
El ser humano es artista por naturaleza
Desde la perspectiva de la Terapia Gestalt podemos descubrir que todos tenemos la capacidad y la necesidad inevitable de dar sentido a nuestro entorno y, para ello, nos valemos de todos los elementos disponibles que hay a nuestro alcance.
Es decir, el ser humano está en continuo proceso de construcción a pesar de que algunos rasgos se mantengan y por ello, se encuentra en un continuo ajuste creativo.
Además de esta necesidad de dar un sentido, creo en una necesidad espiritual del ser humano, una necesidad de trascender lo mundano. Y el Arte es un vehículo hacia lo espiritual.
¿Qué significa ser artista?
Ser artista, sobre todo, es una actitud. Desde mi punto de vista, está ligado a un compromiso con la vida y con uno mismo: con esto quiero decir que ser artista requiere de un fuerte vínculo con la vida y con la entrega a la misma. Requiere de libertad para “salir hacia fuera”, al mundo. Y estar con una actitud disponible frente a todo lo que trae la existencia. Con apertura a todo lo que viene. En actitud afirmativa.
Cuando nombro el compromiso con uno mismo, me refiero a la importancia de la revisión personal del artista. A la autobservación ininterrumpida de quién es. A la responsabilidad de estar en un continuo darse cuenta y en la implicación con el propio crecimiento artístico y personal.
Por tanto, algo que considero fundamental para estar en contacto con nuestra capacidad artística es sostenerse y afianzarse en uno mismo y en esa actitud de aceptación y apertura.
Se trata de apropiarse de la capacidad creadora que todos tenemos.
“La intención creativa es un anhelo en el propio cuerpo. Un deseo de llenar el recipiente de la vida. Ese anhelo se expresa en energía, movimiento, ritmo. La actividad de crear y su expresión son una amante afirmación de vida. La creación es un acto de gratitud o un acto de maldición. Es el privilegio de saborear, ver, tocar la vida, una celebración de ser”. Joseph Zinker
[contacta]Arte y terapia[/contacta]
- Actor y vocación: el acompañamiento del terapeuta - 10/04/2017
- Respiración: un apoyo para la toma de conciencia - 13/03/2017
- Imagen y el peligro de hacer dieta - 13/02/2017