Quizás te hayas pillado dándole muchas vueltas a algo que te dijo tu amiga el otro día que te molestó. Puede ser que sientas culpa de no haber puesto límites a alguien que seguramente los merecía. O posiblemente has reaccionado de manera desproporcionada con tu pareja por haberse dejado la cafetera encendida. Si te suena alguna de estas escenas, posiblemente se te hayan quedado ciertos asuntos inconclusos por resolver.
¿Qué son los asuntos inconclusos?
La acumulación de asuntos inconclusos es un generador de sufrimiento. Francisco Peñarrubia.
Los asuntos inconclusos consistirían en todas aquellas emociones fruto de situaciones concretas que se han quedado atascadas por no haber sido expresadas a la persona o personas implicadas. Aunque no solo, pues puede haber asuntos inconclusos internos (Ej: con mi “yo” del pasado). Pero aquí nos centraremos en los asuntos pendientes relacionales.
Cuando son muchos los asuntos inconclusos que se han quedado sin resolver, lo normal es que se vayan acumulando en forma de “mochila” emocional.
No todos los asuntos pendientes albergan emociones no expresadas de dolor o rabia. También el afecto no expresado puede volverse un asunto inconcluso. Y tampoco tienen porque ser aspectos que estén de primeras en nuestra consciencia. Es a veces que es luego cuando nos “cae la ficha” y somos conscientes de lo que se nos ha quedado latente por expresar.
Son muchos los motivos por los que no expresamos lo pendiente. Es posible que los mecanismos de defensa tengan mucho que ver con la cosa de seguir empeñándonos en cargar con el pasado. Hay una resistencia neurótica a que las cosas sigan su inercia. A veces podemos no asumir nuestra responsabilidad justificando nuestra falta de coraje con esto tan escuchado de “yo no tengo porqué decirle nada, él/ella sabe perfectamente lo que me pasa”. Como lo que no se expresa se actúa, entonces puede que el otro capte una retirada o cualquier otro comportamiento que le deje descolocado o indefenso sin entender qué está pasando.
¿Por qué es fuente de salud expresar los asuntos inconclusos?
Los buenos vínculos lo son porque tienen actualizados los asuntos pendientes. Y eso quiere decir que es muy posible que una relación sana haya atravesado por momentos difíciles y conflictivos.
Cuando algo se queda pendiente por decir, de alguna manera hace que guardemos pesos que tienen que ver con el pasado. Y los pesos del pasado nos dificultan afrontar el presente con ligereza.
Mucho del porqué nos obsesionamos con pensamientos recurrentes tiene que ver con asuntos inconclusos no expresados. Si no abro algo que tengo pendiente con alguien (sea un conflicto, la expresión del afecto o cualquier otro tema), es muy posible que quede molestando en forma de contenido rumiativo.
Expresar lo pendiente puede ser incómodo y puede que conlleve afrontar emociones desagradables. Pero es atravesando lo incómodo como crecemos. Así que más allá de como lo pueda recibir la otra persona es per sé curativo, pues es una acción que uno hace para soltar el pasado y estar más ligero y disponible en el presente.
Asuntos pendientes y terapia gestalt
Una de las características principales de la terapia gestalt es su apuesta por estar más atentos al aquí y ahora de la experiencia. Es por eso que se le da mucha importancia a la resolución en el presente de asuntos inconclusos del pasado.
No quiero centrarme en las técnicas propiamente gestálticas (que las hay) para trabajar asuntos pendientes. La técnica siempre la usaremos al servicio de la persona y no al revés. Pero es importante en terapia ayudar a tomar conciencia de qué asuntos se pueden haber quedado atascados que necesitan ser tenidos en cuenta y expresados.
Algo importante es saber que no siempre los asuntos inconclusos tienen porqué ser expresados directamente a la persona implicada. A veces porque no se puede (Ej: duelos) y a veces porque no conviene (Ej: jefe). En cualquier caso lo importante es que puedan ser dichos y en estos casos nos damos la oportunidad de resolverlo internamente, independientemente del otro. Lo importante es: el darse cuenta de qué se quedó pendiente y en un segundo momento, la expresión emocional.
¿Sientes que tienes asuntos inconclusos por resolver? En Concienciarte podemos acompañarte.
Fue desde mi propio proceso de sentir como mi sufrimiento fue sanando a través de la psicoterapia que decidí reconvertirme en psicoterapeuta. Y es desde ahí que tengo y siento la plena confianza de que cuando somos acompañados desde la presencia y se nos ofrece buen abono, tierra y agua,las personas crecemos como flores.
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