Automaternaje: ¿Qué es la madre interior?
Automaternaje o maternaje interior es una metáfora que utilizamos para referirnos a un modo de vinculación con uno mismo. Se refiere a un modo de relación conectado, paciente y amoroso, que proporciona una base segura en la que apoyarse. Del mismo modo alimenta la autoestima, empodera, nutre y protege. El automaternaje además, tiene que ver con una serie de habilidades que mencionaremos más adelante.
Cuando un bebé se siente satisfecho, apoyado, sostenido y reflejado, tiende a desarrollar una confianza en el mundo que se mantendrá a lo largo de su vida. ¿Qué pasa cuando esto falla por los límites del entorno, de los padres o por las circunstancias desfavorables que le rodeen?
Cuando la madre interior no está
El ser humano puede interiorizar el abandono, el desamparo, la falta de valor y otras heridas mientras crece. Cuando esto ocurre, el adulto ante situaciones angustiantes es capaz de sentirse tan desolado como un niño de cuatro años que se ha perdido en el parque y teme morirse. Esto es debido a que no es capaz de autoprocurarse lo que necesita para poder sostenerse. Falta el autoapoyo.
Es habitual en estos casos esperar que la pareja o los amigos den “eso” que falta, que calma la angustia, que reconforta, de manera “incondicional“, como lo haría una madre idealizada siempre disponible para sostener y amamantar. Precisamente este malentendido es lo que más sufrimiento y frustración causa, pues esperamos de fuera algo que en realidad a estas alturas ya sólo puede venir de dentro.
No es de extrañar que personas que no han podido cultivar una madre interna suficientemente buena, terminen cayendo en comportamientos que aunque a corto plazo calman, a largo plazo son autodestructivos y perjudiciales. Un ejemplo de ello serían las dependencias (emocionales, a la comida, a sustancias, etc).
Algunas habilidades a desarrollar serían las siguientes:
- Reconocimiento de las necesidades propias
- Diálogo interior reconfortante
- Capacidad creciente para sostener la angustia, sin actuar mecanismos que autolesionan.
- Desarrollo de rutinas autocalmantes en momentos de malestar que no sean lesivas. Ejemplo de ello serían: llamar a un amigo, darse una ducha, ir a dar un paseo o respirar de manera consciente.
- Crear rutinas y horarios que fomenten el autocuidado: ir al médido, ahorrar, comprar comida sana, cocinar, hacer yoga, dar paseos etc.
- Pedir y buscar ayuda fuera cuando los recursos propios no son suficientes, por ejemplo acudir a terapia.
- Construir una red de vínculos y conexiones con otros seres humanos que alimente y sostenga.
- Conocer y respetar los propios límites y marcar límites a los demás.
- Autoobservación
- Autosustento, a través de lo económico por ejemplo, permitiendo que las necesidades básicas estén cubiertas.
De fuera a dentro: la construcción de la madre interna en terapia
El constructivismo, corriente teórico-práctica de la psicología, defiende que los seres humanos nos construimos de fuera a dentro. Damos lo que hemos recibido.
Nos hacemos a nosotros lo que nos han hecho, hacemos a los demás lo que nos hacemos a nosotros mismos.
Si en los momentos en los que hemos sentido angustia de pequeños no hemos recibido apoyo, no podremos apoyarnos a nosotros mismos ante la angustia de mayores. Si hemos sido abandonados tenderemos a autoabandonarnos, etc.
Cultivar la madre interior es una elección personal que requiere trabajo y dedicación. En muchos casos se necesita un modelo y es ahí donde el/la terapeuta juega un papel fundamental, ayudando a reconocerse a uno mismo con sus capacidades y limitaciones, empoderando, acompañando y reflejando. La meditación es otra práctica que podría ayudar a desarrollar una base interior segura a través de la atención plena. La terapia y la meditación funcionan muy bien juntas, la primera ayudando a construir desde fuera, la segunda ayudando a construir desde dentro.
La terapia te acompañará para que aprendas a desarrollar estrategias y habilidades que te ayuden a mejorar la relación contigo mismo, y por tanto con el mundo.