Desde los tiempos de los egipcios ya se reconocían las propiedades terapéuticas de la interacción y convivencia de los humanos con los animales: aumento del autoestima en personas enfermas, efectos relajantes e incluso la capacidad de curar ciertas dolencias. A partir del siglo XVII se empiezan a formular las primeras teorías acerca de la función socializadora y su influencia positiva en personas con enfermedad mental.
Los perros favorecen hábitos saludables
Los beneficios de convivir con un perro son muchos. En general fomentan un estilo de vida saludable (ejercicio físico por ejemplo) que repercute de manera positiva en nuestra calidad de vida.
Particularmente, los perros fomentan la interacción con los otros, nos acompañan, y a su vez promueven nuestra autonomía y nos dan seguridad. Hacen que asumamos el compromiso y la responsabilidad de su cuidado y bienestar, lo que repercute de manera importante en el desarrollo de la empatía. Antes de tomar la decisión de convivir con un perro es importante tomarse un momento de reflexión, ya que adquirimos un compromiso de entre 10 a 15 años (que suele ser la media de años que viven) y requiere responsabilidad, perseverancia y paciencia. Hacerse cargo implica, entre otras cuestiones, verlo como tal, como un animal que tiene necesidades de relación con otros perros, ejercicio físico y de rastreo, más allá de las necesidades de alimento y descanso.
Es importante para él saber marcarle normas y límites ya que les da seguridad y tranquilidad, y a su vez esta experiencia nos da la oportunidad de sacar firmeza y decisión en la relación con los otros y de asumir un liderazgo responsable respecto a él.
Cuidar del perro y darnos cuenta de que somos capaces de sacarlo adelante nos refuerza el autoestima y nos hace confiar más en nosotros mismos y en nuestra capacidad de cuidado.
Son animales que viven en manada y el grupo para ellos es imprescindible. Nos aportan día tras día su compañía desinteresada, aliviando nuestro sentimiento de soledad y abandono, y con ello la angustia y estrés que producen.
Los perros y los niños
El hecho de que los niños puedan convivir con animales, y más concretamente con perros, es muy enriquecedor en muchos aspectos. Además de que contribuye a su desarrollo físico también lo hace de una manera psicoeducativa. A través del juego y la convivencia diaria, enseñan innumerables valores muy nutritivos para cualquier niño; tales como el respeto, lealtad, confianza, empatía, responsabilidad, compromiso; todos ellos esenciales para el desarrollo armónico de un niño. El perro también puede ser un buen maestro sobre los ritmos vitales de todo ser vivo, a través del cual los niños pueden experimentar cada una de las etapas del ciclo vital.
El perro como terapeuta
En procesos de duelo, enfermedades, sucesos traumáticos, etc., los perros nos ayudan a través de su presencia y lealtad a atravesarlo en compañía, con cercanía y atención incondicional a sus dueños. Conozco un caso de niños con terrores nocturnos que con el simple hecho de que su perro durmiera en los pies de su cama desaparecieron.
En estados depresivos y de ansiedad nos ayudan a salir al mundo, estructurar una rutina y hábitos que hacen que nos mantengamos activos mejorando nuestro estado anímico. Con los animales en general, y con los perros en particular, no nos sentimos juzgados ni presionados, ya que son tan agradecidos que se adaptan a lo que les proporcione su dueño, además de detectar nuestro estado de ánimo y expresar una respuesta ante él. Son grandes observadores de nuestro lenguaje no verbal sin nosotros ser conscientes. Desde ahí es más fácil sentir esa cercanía del perro y permitir dejarse acompañar por un perro antes que por otras personas.
Más allá del antropomorfismo
Si les observamos detenidamente los perros nos conectan con lo más básico de nuestra vida: el descanso, la alimentación, relación y actividad física. Parecen no necesitar nada más para estar satisfechos. La vida de nuestro perro nos muestra la sencillez y la austeridad de la que muchas veces se compone la vida y que tanto nos empeñamos en cargar con cuestiones prescindibles y que sin embargo nos hacen sufrir tanto.
¿Y si aprendiéramos un poco y adoptáramos “la vida de perro”? Es muy placentero mirarle cuando duerme e incluso tumbarse en el suelo durante horas sin nada más que hacer que estar ahí, descansando tranquilamente con él.
En relación a los mimos, decir que a nosotros las caricias nos relajan y reconfortan, y nos hacen sentirnos queridos. Está bien que se las proporcionemos tanto para su bienestar como para el nuestro, pero también es importante conocer cómo entienden los perros esas caricias y, dentro de cubrir parte de nuestra necesidad de afecto, poder respetar al perro y no pretender que sea lo que no es, un humano. El perro es un ser vivo maravilloso siendo como es, con sus características propias de la especie, y si abrimos nuestros sentidos y vamos más allá de nosotros puede enseñarnos un sin fin de cosas. Poseen instintivamente un montón de conductas prosociales y de otra índole de las que muchos humanos podríamos aprender. ahora ya conoces muchos de los beneficios de convivir con un perro ¡comparte tu experiencia comentando este post!
Documental “La vida secreta de los perros”:
[youtube w=”420″ h=”315″]http://www.youtube.com/watch?v=HBTO-nDtFY0[/youtube]
[contacta]los beneficios de vivir con un perro[/contacta]
Un buen artículo ya que podemos apreciar todo sobre el perro y los beneficios que nos brinda el perro como una mascota del ser humano, y no solo de personas adultas ni mayores sino que también niños y un poco de bebes.
Gracias por tu aportación. Un saludo
Totalmente de acuerdo con el artículo, sobre todo por lo de la rutina y que no juzgan nunca a ninguna persona.
Estupendo articulo enfocado, no solo desde el punto de vista de las necesidades humanas, si no tambien del perro, ya que este nos puede ayudar a superar muchas cosas pero no por ello debemos dejar de pensar en sus necesidades y que al fin y al cabo es un perro, no un humano. Bravo!