Como si estuvieras visualizando escenas de una película, te encuentras caminando, en silencio, y comienzas a imaginar lo fantástico y apasionado que sería tener una relación con esa persona que acabas de conocer, de lo increíble que será esa persona o incluso fantaseas con serle infiel a tu pareja con ella, en definitiva, idealizas el amor por ella…de repente paras y vuelves a la realidad, generándose de nuevo esa sensación de vacío, pues bien, esta construcción de castillos en el aire o idealización del amor es el bovarismo.
En concreto, ¿a qué hace referencia el término Bovarismo?
A la idealización de la persona amada y a la dificultad en diferenciar la realidad de la fantasía, desembocando en insatisfacción emocional crónica.
Dicha insatisfacción es generada como resultado del contraste entre las ilusiones y aspiraciones creadas, dando lugar a una gran frustración.
Aunque fundamentalmente, el bovarismo se proyecta en relaciones de pareja, también abarca a las expectativas que tenemos sobre nuestra persona, las relaciones con otras personas y a los ámbitos social, familiar y laboral.
Bovarismo es no estar contento con la realidad, un anhelo de una vida construida sobre ensoñaciones (Gustave Flaubert)
¿De dónde proviene la terminología de dicho síndrome?
El síndrome de Madame Bovary o Bovarismo, surge a raíz de la aparición de novelas románticas del siglo XIX, en concreto de la fantástica novela “Madame Bovary” publicada en 1865 por Gustave Flaubert.
Dichas novelas se caracterizan por la búsqueda constante de relaciones amorosas apasionadas, platónicas e inalcanzables, las cuales, con el tiempo, al caerse el mito y chocarse con la realidad y no cumplir con las expectativas creadas, generan una terrible frustración.
¿Por qué se produce dicha idealización del amor o bovarismo?
Para poder entender dicha idealización del amor o bovarismo, parece importante hacer referencia a la manera en la que en la antigua Grecia consideraban la forma en la que construíamos nuestro mundo, y ésta puede realizarse a través de dos vías:
A través del Mitos: construcción caracterizada por una tendencia a la mitificación, idealización de la persona y/o situaciones.
A través del Logos: la cual hace referencia a una construcción del mundo basado en hechos analíticos, visibles.
Ante tal situación, no parece adecuado indicar cuál de ellas puede generar mayor o menor nivel de malestar, pues en función de cómo construyamos esa realidad, se ganarán o perderán matices en lo relacional.
¿Qué efectos tiene la construcción del mundo a través de la lupa del Mito?
Parece evidente que si ante la situación de conocer a una persona, si esta construcción se hace desde el Mitos, tarde o temprano, se generará frustración ante la caída del mito, de lo que me gustaría que fuera, pero no es.
Cualquier mitificación se verá frustrada porque en la realidad nadie se ajusta a la imagen que nos hemos podido construir sobre ella, lo cual genera la denominada insatisfacción crónica afectiva.
Las relaciones que se construyen bajo las premisas de la idealización del amor o Bovarismo, cumplen con las siguientes características:
- Tendencia a la evasión de la realidad, en la que se produce una atención selectiva. Como ejemplo de ello, sería el consumismo, empleado para rellenar un vacío existencial que pronto volverá a aparecer.
- Establecimiento de metas que no son realizables, como por ejemplo fantasear una infidelidad con una persona a la cual no se conoce personalmente.
- Generación de expectativas irreales. Ejemplo de ello, sería tener la creencia de poder cambiar a la pareja para que se ajuste al ideal que se ha creado de ella.
- Relaciones adictivas que despiertan el síndrome de abstinencia, pues disparan los mecanismos similares a una adicción con sustancia, pero en este caso sin sustancia.
- Dan lugar a la mimetización con la persona amada haciendo propias los gustos, maneras de hacer de la otra persona.
- Tendencia a desarrollar una personalidad pesimista.
¿Cómo te podemos ayudar en terapia?
Si hay algo en común a los diferentes enfoques terapéuticos, es el poder sanador de la palabra.
En terapia, te ayudaremos en la acomodación de expectativas, anclando los pies en el suelo y dejando menor espacio a la idealización.
Se analizarán de manera más objetiva las diferentes situaciones y tipos de relación, dejando de justificar la conducta de la persona amada.
Así mismo, es importante la deconstrucción del amor romántico, revisando las creencias más profundas respecto al valor del amor, afianzando la autoestima y empoderamiento personal.
En definitiva, el proceso terapéutico facilita un tránsito similar al que los filósofos identifican como: “pasar del Mitos al Logos”, sin dejar con ello, tal y como se aventuraba Emma Bovary en la búsqueda por alcanzar sus deseos en pro de experimentar el placer a través de las relaciones amorosas.
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