¿Cuantos conflictos son los que uno presencia por no ser capaz de entenderse? Se nos ha dicho que en esto de la comunicación existe un emisor, un receptor y un mensaje. Pero, ¿qué pasa cuando ese mensaje que mandamos no siempre es captado como deseábamos?
Bien por no ser capaz de transmitir o porque la otra persona tiene sus propios filtros y no puede “verme” como quisiera, es fácil que haya conflicto en la comunicación.
Entre lo que pienso,lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender, lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse.
La escucha intermedia
En terapia gestalt se dice que hay tres tipos de escucha. La escucha interna, que sería la capacidad de tomar conciencia de sí en cuanto a lo que uno le sucede interiormente. La escucha externa, que tendría que ver con la observación de lo obvio (palabras, gestos, etc). Y por último la escucha de la zona intermedia. Ésta última es la más común y la que mayores conflictos supone.
La zona intermedia es el lugar en donde mi mente filtra cualquier experiencia a través de mis condicionamientos personales y empaña la escucha interna y externa. La escucha de la zona intermedia está hecha de fantasías y automatismos. Es totalmente subjetiva y sesgada. Metafóricamente uno ve y oye con filtro. Para Francisco Peñarrubia, la zona intermedia es “el lugar privilegiado de la neurosis: aquí residen los prejuicios, fobias, paranoias, distorsiones en general de lo que nos llega de fuera o de dentro.”
Soy responsable de lo que digo, no de lo que tú entiendes.
Gran parte de nuestra comunicación se da en la zona intermedia, lo que supone malentendidos, malinterpretaciones, y por tanto conflicto. El problema es que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta que mucho de nuestras percepciones son subjetivas y condicionadas por nuestro carácter. Y al no darnos cuenta, damos como objetivo y obvio algo que para el otro no tiene porqué serlo. Muchas de las expectativas frustradas en nuestras relaciones están condicionadas por nuestra zona intermedia.
La comunicación emocional
No sólo tenemos dificultades para escuchar “limpiamente”. También a la hora de expresar algo que nos molesta o duele podemos ser tremendamente acusatorios, o bien castigamos retirándonos en silencio. En la educación de la mayoría nadie nos enseñó a comunicarnos de manera emocional y receptiva. Es por ello que ante el conflicto, los enfados suelen ir dirigidos en segunda persona y dando por obvio lo que no es sino nuestra zona intermedia.
En gestalt se pone mucho énfasis en hablar en primera persona. De este modo nuestra comunicación va dirigida a hacernos cargo de lo que sentimos en lugar de lanzar fuera todo el peso. Aunque no es garantía de que un conflicto siempre se resuelva así, al menos hay más posibilidades de un encuentro verdadero. Pues no es lo mismo decir “Tú me has hecho daño” que “Esto que has hecho me ha dolido”. Hablando en primera persona no sólo nos responsabilizamos de lo sentido, sino que también asumimos nuestra subjetividad sin tratar de convencer de que tenemos razón.
La única objetividad posible es la subjetividad compartida. Carmela de la Rosa
Por supuesto, para quienes ejercemos como terapeutas debemos tener muy presente nuestras capacidades de escucha y expresión. No creo que sea posible escuchar ni comunicarse sin sesgos, pues no dejamos de ser personas imperfectas. La tarea del terapeuta es la de conocer cuáles son los propios para que la relación terapeutica esté lo más limpia posible.
Bibliografía:
- Peñarrubia, F., (1998). Terapia Gestalt. La vía del vacío fértil. Madrid: Alianza Editorial.
- Quintana,A., (2015). Como afecta en la escucha la zona intermedia. Tesina AETG
- Septiembre, ¿el verdadero año nuevo? - 29/08/2023
- ¿Debería todo el mundo ir a terapia? - 05/08/2023
- El efecto Pigmalión - 09/06/2023
hola. gracias. me ha sido útil para la investigación y para mi vida personal.
Me alegro mucho que te haya sido útil, un saludo!