Afortunadamente, cada vez más se habla sobre salud mental. Hace años esto era impensable. Cada vez más celebridades se atreven a hablar de sus asuntos psicológicos, y este tema ha llegado incluso a ponerse en voz alta en la esfera política. También cada vez hay menos tabúes sobre el hecho de ir a psicoterapia, y esto ha hecho incluso que se haga cada día más popular la frase de “es que todo el mundo debería al menos ir alguna vez a terapia“. Pero, ¿Qué hay de cierto en esto?
Despatologizar la psicoterapia
La terapia es demasiado beneficiosa para limitarla a los enfermos. E y M. Polster
La psicoterapia puede ser beneficiosa para muchas personas, ya que ofrece un espacio seguro para explorar emociones, pensamientos y problemas personales. Algunas razones comunes para buscar terapia incluyen la gestión del estrés, la ansiedad, la depresión, la mejora de habilidades de afrontamiento, la resolución de conflictos y el crecimiento personal.
Frente a la concepción patologizada de la terapia en el pasado (sólo van los “locos”), a día de hoy, no sólo se va a terapia por dificultades psicológicas graves que pudieran significar un trastorno, sino por motivos diferentes como habilidades de afrontamiento, resolución de conflictos o crecimiento personal.
Ir a terapia, traiga lo que uno traiga, es sin duda un buen lugar para el autoconocimiento y el darse cuenta.
Entonces, ¿debería todo el mundo ir a terapia?
Sin embargo, no todas las personas necesitan psicoterapia en todos los momentos de sus vidas. Es normal experimentar altibajos emocionales, y muchas personas pueden manejar situaciones desafiantes sin necesidad de asesoramiento profesional.
Es importante recordar que la terapia no es una solución única para todos, y algunas personas pueden preferir otros enfoques o recursos para afrontar sus dificultades, como hablar con amigos y familiares, practicar técnicas de relajación o buscar apoyo en grupos comunitarios.
La terapia sólo funciona si hay motivación
Nunca me he llevado demasiado bien con los “deberías” y tampoco creo que estos vengan bien en un proceso terapéutico. Cuando alguien acude a terapia porque se ha visto de algún modo coaccionado a ir, entonces prefiero no trabajar con esa persona. La experiencia me dice que alguien que va a terapia desde los “deberías” no va a poder hacer un buen proceso.
Para que haya un buen y rico proceso terapéutico no sólo hace falta que el profesional ponga en marcha todos sus recursos y habilidades. Es imprescindible la motivación de la persona que acude y el compromiso. Pero esa motivación deberá ser interna siempre, pues de lo contrario, no va a funcionar.
¿Cuantos psicólogos hacen falta para cambiar una bombilla? Uno, pero sólo si la bombilla quiere
Así que, en definitiva, sólo tiene sentido que vaya a terapia quien acude desde un lugar interno de querer cambiar algo de sí y comprometerse al proceso.
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