¿Depresión post vacacional?
Comúnmente llamada “depresión” realmente se trata de una experiencia de malestar (tristeza, apatía, desorientación, desubicación,…) al interrumpir nuestra rutina vacacional de forma brusca y sumergirnos de nuevo en la vorágine de la ciudad (madrugones, agendas apretadas, prisas, agobios, exigencias, falta de tiempo,…)
De forma parecida ocurre cuando iniciamos nuestras vacaciones: ¿no os pasado nunca que tardáis un par de días en empezar a disfrutar de las vacaciones, en bajar el ritmo frenético de vuestro trabajo y a sentiros descansados? Estamos “pasados de vueltas” o con el piloto automático puesto. La ciudad suele imponernos un tipo de vida artificial.
Necesitamos un tiempo de adaptación. Un espacio para “bajar de revoluciones”, descansar y comenzar a repararnos del desgaste acumulado durante el año (pocas horas de sueño, preocupaciones, estrés, presiones, mala alimentación,…)
El Jet Lag
También conocido como descompensación horaria. Es “un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar a largas distancias.”
Entre sus posibles síntomas están: apatía, fatiga, problemas digestivos, irritabilidad, falta de memoria e incluso confusión en la toma de decisiones o al hablar. A veces podemos confundir nuestro malestar con depresión o incluso crisis, cuando en realidad son desajustes normales y temporales producidos por el Jet Lag.
Las vacaciones son un cambio importante en nuestra rutina anual.
En vacaciones nuestro cuerpo, nuestra psique y nuestro alma se reequilibran y funcionan de una forma más natural. Por eso en vacaciones nos sentimos mejor.
Mi desagrado después de las vacaciones puede llevar a plantearme:
¿qué tipo de vida es la que tengo durante el año?, ¿es saludable? ¿me nutre emocionalmente? ¿estoy en el lugar que quiero estar?, ¿cómo me siento con las personas que me rodean?, (…)
Estas preguntas van más allá de la depresión post vacacional y tienen que ver profundamente conmigo. Por eso las vacaciones son un buen momento para revisarnos, reflexionar y profundizar en nuestras vidas. La Terapia Gestalt me ayuda, acompañándome.
Autocuidado
Evitar que nuestra vuelta a la rutina y el trabajo sea brusca. No alarguemos tanto las vacaciones que regresemos de nuestro viaje a Vietnam el día anterior a incorporarnos laborálmente.
Aunque no hayamos ido a un lugar lejano, con cambios horarios y de clima, es necesario que nuestro organismo “cambie el chip” y se adapte al nuevo contexto y circunstancias que nos rodean. Con tranquilidad, evitando la estimulación excesiva.
Es recomendable volver a casa unos días antes de iniciar el ritmo habitual e irnos incorporando a “nuestra vida” poco a poco. Adquiriendo paulatinamente rutinas y escuchando nuestras necesidades: descanso, alimentación ligera, sueño suficiente (no tienen porqué ser 8 horas, tu cuerpo te dirá lo que necesita, no pongas el despertador y deja que la luz del día te espabile) ,…
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