Proseguimos con los eneatipos del eneagrama. Hoy explicamos el eneatipo 6.
De nuevo Mónica Alonso nos relata desde su creatividad el enrevesado y confuso mundo interno de este eneatipo:
“Otra vez tarde… ya llega tarde… siempre llega tarde… ¡Es que no lo soporto!… por estas cosas es por lo que estoy aquí plantado, a cuarenta grados de calor, en una esquina con las manos en los bolsillos y recontándome el por qué… porque sí, porque ya hace demasiado tiempo… Aunque, bien mirado ¿cuánto es demasiado tiempo? En nuestro caso, más de seis años… Vale, es que éramos muy jóvenes. Vale, al principio sí fue precioso, pero es que ahora… Me exaspera que deje las bragas tiradas por el suelo… Me irrita que no friegue los platos nada más terminar de comer… ¡Joder! Que luego vienen bichos y tengo que matarlos yo porque ella es muuuuy finnaaa para eso… Que pobres animalitos…que no los matemos pero qué asco me dan… ¡¡Claro!! Ya me lo dijo mi madre… Esta chica… esta chica no traerá nada bueno… pero tú mismo, Miguel, ya eres mayor para equivocarte solo… ¡¡Joder!!!
¿Y si me estoy equivocando ahora? ¿Y si en realidad son mis miedos?… Mi miedo al compromiso que me dice: Miguel, corta con ella… Ya estás harto… Ya estás hasta los mismísimos… Que te torea… Que la moza te torea… Que seguro que ahora querrá tener hijos… Y yo que no sé… No sé si estoy preparado para ser padre… Todavía no…¡Joder! Pero si solo tengo treinta y dos…[···]” Uknne Moon: Algo más de seis minutos
Personalidad del eneatipo 6
Quien haya leído con detenimiento lo anterior, podrá intuir que detrás de tanta angustia y rumiación mental se esconde una pasión por dudar de todo. Y la duda y el miedo están íntimamente ligados en el 6; cuanta más duda más miedo y cuanto más miedo más duda, pues se retroalimentan mutuamente.
El miedo es una emoción válida y adaptativa que todos sentimos en algún momento, pero en el caso del eneatipo 6 se trata de un miedo conectado, no tanto con lo real del momento presente (que también), sino que se fantasea sobre lo que aún no ha llegado. Es lo que viene a ser la experiencia de la ansiedad, algo muy propio de este carácter.
El 6 es un carácter fundamentalmente mental, busca respuestas dentro de su cabeza en lugar de confiar en sus emociones, cuerpo o intuición. Pero paradojicamente, cuanto más busca aclararse desde el pensamiento, más duda aparece, adentrándose cada vez más en su propio laberinto. Surge entonces una profunda confusión, de la que a veces le cuesta salir. Hablamos por tanto de un carácter con dificultad para orientarse a la acción, pues se encuentra neuroticamente mucho más cómodo en la “parálisis por análisis” que en arriesgar a moverse.
Las personas de este eneatipo aprendieron en algún momento que no se puede confiar en la vida, ni siquiera en uno mismo, probablemente por carencia de un apego seguro en la infancia. Es por ello que se trata de una personalidad desconfiada e insegura con uno mismo y los demás, como si uno no pudiera arraigarse con certeza en el suelo que pisa. Desde ahí surge una dificultad para la relajación y espontaneidad, produciéndose un bloqueo corporal, obstaculizando la conciencia de las propias emociones.
La culpa, fiel compañera
El 6 tiende a ver el mundo como un tribunal que le va a juzgar y sentenciar. Pero en verdad ese temor que tiene a la acusación ajena no es más que una autoacusación proyectada en los demás. Por ello se trata de un carácter muy culpabilizador y acusador, principalmente consigo mismo y también hacia el mundo.
La culpa por tanto en el eneatipo 6 es vivida con la sensación no sólo de no hacer suficientemente bien las cosas, sino de que además hay algo incorrecto dentro de sí y teme que sea señalado por ello.
Tres formas de enfrentarse al miedo
No hay carácter con los subtipos más diferenciados entre sí como el eneatipo 6. Cada subtipo actúa de manera diferenciada para enfrentarse al miedo, aunque internamente la experiencia sea muy similar.
El subtipo más visiblemente miedoso y dubitativo (conservación), es aquel que maneja su ansiedad dando y buscando calor desde la necesidad de sentirse protegido por los demás ofreciendo a cambio complacencia y lealtad. El subtipo social busca sentirse protegido agarrándose a la ley y siendo un “buen ciudadano”, como si pensara que si hace las cosas bien no va a ser castigado; es el más obsesivo de los tres, y a veces puede ser confundido con el eneatipo 1. El subtipo sexual es el llamado contrafóbico, y cuesta reconocerles como miedosos, ya que hacen todo lo posible por negar el miedo, anticipándose a éste para protegerse, pero llegándose a poner en situaciones de peligro. “No hay mejor defensa que un buen ataque” sería una buena definición del pensamiento de un 6 contrafóbico.
Que el miedo sea el maestro
Aún siendo neurótico, muchas veces el miedo nos indica donde está la salida a nuestra dificultad. Esto es especialmente cierto en el 6, puesto que el temor se vive como un estorbo. Se siente miedo y a la vez se juzga como algo que no debería estar ahí. Lo mismo pasa con la duda. Así que uno de los primeros pasos es permitirse sentir miedo, dudar y dejarse en paz por ello.
La virtud para el 6 de la que habla Claudio Naranjo es el coraje. Este coraje tiene mucho que ver con atravesar de manera sana lo que asusta, sin esconderse ni ponerse temerario. Encuentro que de las maneras más sanas que tiene el 6 de mostrar coraje es expresando su intimidad, ya que tiende a ser un carácter muy hacia adentro. Parece que se libera mucho soltando aquello que tiene retenido interiormente, sea en forma de poner límites, expresar gratitud, rabia o aquello que sienta que necesite, sin considerar si es lo adecuado o no.
Al ser una personalidad tan mental, todo lo que le facilite desconectar de sus pensamientos le ayuda enormemente. Y esto puede hacerse a través del movimiento expresivo, arte, música, meditación, etc. Colocar los pensamientos en su justo lugar, desidentificarse de éstos y darle más peso a lo emocional y corporal le ayuda a soltar(se) y ser más amable y compasivo, algo tan necesario en un carácter tan duro consigo mismo.
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