Continuamos un mes más con la serie dedicada al eneagrama y traemos esta vez al eneatipo 7.
Y un mes más contamos con los inspiradores relatos de Mónica Alonso, quien esta vez nos plantea una divertida historia que narra muy bien el funcionamiento de este carácter:
“El Guapo ya está en la Portada. Con su pantalón blanco, su chaqueta gris y su camisa azul brillante. No lleva corbata. Este año no se llevan. El Guapo se sabe atractivo, locuaz, entusiasta y le gusta hacerlo notar. A todos y en todo momento. Sabe que la noche es suya.
― Illo, llevo una hora esperándote. ¿Ande estabas, cabrón?―le grita su amigo mientras le saluda con el clásico toque en el hombro.
―Compadre, vestir a este cuerpo―se señala a sí mismo con la mano derecha y recorre el torso de cuello a cintura―requiere de tiempo y dedicación― sonríe pícaro.―Tú sí que estás hecho un prenda… ¡qué percha miarma! Y ¿cómo te ha dejado salir la parienta así por la puerta?
El Guapo lo coge por los hombros y con la otra mano le pega tres-cuatro golpes en el pecho. Es experto en hacer desaparecer reproches en un segundo.
―Vamos a triunfar esta noche, illo. Ya lo verás. [···]” Uknne Moon, Siete horas
Personalidad del eneatipo 7
La pasión principal de este carácter es la gula. Pero ésta no hay que entenderla literalmente sino que se trata de una gula metafórica que tiñe todos los aspectos de la vida. Así pues, hay una tendencia a querer llenarse de todo tipo de experiencias, especialmente placenteras y satisfactorias y con dificultad para sentirse saciado. El 7 es por tanto una persona marcadamente hedonista.
Pero esta gula tiene una función importante, y es la de escapar del dolor, que es la dificultad nuclear del eneatipo 7. El dolor es visto como algo que uno tiene que esquivar porque se vive con mucho miedo, como si existiera una idea subyacente que dijera: “Si sufro, me muero”. Mientras que el eneatipo 4 vive enganchado al dolor y éste le da su razón de ser, el 7 se mueve en dirección contraria huyendo de él. Pero a largo plazo no se trata de una estrategia eficaz. Cuando aparecen momentos inevitables de dificultad enla vida, el 7 busca escaparse y anestesiarse utilizando estrategias de tipo evitativo que le deja impedido de la capacidad de expresión y alivio.
El 7 es un carácter que se encuentra en la triada del pensamiento. Por tanto se trata de un carácter mental y con dificultad para entrar en lo emocional. Aunque frecuentemente pueda verse entusiasmo en un 7, éste no se encuentra tan unido a la emoción sino que es el resultado de una mente bulliciosa que no para de producir ideas, fantasías y proyectos de futuro. Esta intelectualización de la vida les lleva a “picotear”con curiosidad en diferentes áreas de conocimiento pero sin profundizar demasiado en ninguna.
El fraude como estrategia
La fijación cognitiva del 7 es el fraude, que se relaciona con ver el mundo como un tablero de ajedrez donde uno debe mover sus fichas de manera astuta para obtener lo que quiere. Así que hay energía puesta en engatusar y persuadir al otro, principalmente mediante el uso de la retórica. La actitud fraudulenta del 7 se manifiesta en pretender parecer que sabe más de lo que sabe.
Son personas que podríamos decir se tratan con excesiva autoindulgencia, ya que se dan el permiso de hacer todo aquello que desean sin aparente atisbo de culpabilidad. En nombre de la satisfacción y de evitar incomodidad o dolor, todo está permitido.
Uno puede intuir que tras toda esta conducta hay un cierto narcisismo subyacente. Una persona de este rasgo con un funcionamiento muy neurótico podría aproximarse a lo que el DSM-5 llama Trastorno narcisista de la personalidad. Se caracteriza entre otras cosas por: “grandioso sentido de autoimportancia”, “pretencioso”, “interpersonalmente explotador” o “carente de empatía”.
El dolor y la sobriedad
Todos los caracteres obedecen a reacciones adaptativas en la infancia ante situaciones difíciles que nos tocaron vivir. Y en el caso del 7 parece que la reacción tuviera que ver con el imperativo de tener que alejarse de situaciones demasiado dolorosas de sostener para un niño. Se vieron en la necesidad de crear paraísos artificiales.
Por ello, la dificultad esencial del 7 es la incapacidad para entrar en lo doloroso, y para entrar en el dolor hay primero que empezar por dejarse estar en lo emocional sin querer escaparse. Como otros caracteres de la parte alta del eneagrama, tienen que valientemente entrar un proceso de “caída”. Pero cuando estas personas dejan sentir su dolor, llega a ser una experiencia tremendamente liberadora y conmovedora, también para quien acompaña. Son personas que junto con ese dolor enseñan mucha ternura y vulnerabilidad negada.
Claudio Naranjo habla de la sobriedad como la virtud fundamental del 7. Consistiría en ir adoptando una actitud de mayor sencillez ante la vida sin la necesidad compulsiva de llenarse de estímulos, demostrar o rellenar momentos de silencio. El 7 sana cuando aprende a pararse, aburrirse y estar en lo esencial. Es ahí cuando muchos por primera vez experimentan la felicidad de sentir profundamente el descanso y la serenidad.
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Me alegro que te haya gustado, muchas gracias por tu comentario!
Excelente artículo. Y totalmente de acuerdo en que al encontrarse desequilibrados caen en un narcisismo desmedido, que hace insoportable estar a su lado.
Muchas gracias por compartir.