Cuando nacemos tenemos un enorme potencial a desarrollar. Pero venimos a un lugar difícil. El mundo es un sitio bello, y también lleno de sufrimiento y hostilidad. La familia, receptora de viejos mensajes y traumas, nos enseña un único modo de estar y ser válido en el mundo. Ante eso, cada uno desarrollaremos estrategias de adaptación que nos permitirán ajustarnos lo mejor posible al emplazamiento que la vida nos trajo.
¿Qué son las estrategias de adaptación?
¿Cuál fue la locura que tu alma necesitó para sobrevivir? Claudio Naranjo
Son mecanismos que nos han permitido adaptarnos al entorno de la manera más creativa posible en función de las características personales y del ambiente. Hay un extenso listado bibliográfico sobre los conocidos mecanismos de defensa. Pero desde mi punto de vista, las estrategias de adaptación usan tales mecanismos pero van más allá. Son personales, únicas e intransferibles, y acaban cristalizando en la estructura caracterial de la persona.
Las estrategias de adaptación las usamos para defendernos de la falta de amor y hostilidad del mundo. Y fueron construyendo una armadura desde donde sentirnos más a salvo.
Todos los seres necesitamos vivir con nuestras necesidades satisfechas, así como sentirnos amados y reconocidos. Si todo esto lo hubiéramos recibido por completo, las estrategias de adaptación serían inexistentes o al menos no hubiéramos construido una coraza de éstas. Sin duda fueron un cauce para sobrevivir y sentirnos queridos.
Características de las estrategias de adaptación
– Son adaptativas: Sigue el principio darwinista de adaptación al medio. Las estrategias que pusimos en marcha fueron las mejores y las más eficaces que en función de las circunstancias pudimos emplear.
– Son inconscientes y funcionan en automático: No fueron planificadas ni pensadas. Surgen en base a unas ideas locas o distorsiones cognitivas sobre mi y el mundo, aprendidas también de manera inconsciente. Por tanto forman parte de mi maquinaria automática.
– Son rígidas y repetitivas: Al haberse cristalizado formando el carácter, no tienen flexibilidad. Son respuestas fijas en un entorno cambiante. Lo que nos sirvió para sobrevivir ya no es adaptativo en el presente.
(Ser obediente y sumisx para ser querido. Huir del dolor para no sufrir tanto en un entorno de tristeza. Ser agresivx para defenderme de la violencia de mi padre. Ser un excelente estudiante para brillar y ser admirado. Instalarme en el drama para que me hagan caso…) Son algunos ejemplos que, aunque muy simplificados nos pueden hacer resonar con nuestra experiencia vital.
Conociendo mis estrategias
Muchas veces el motivo por el que alguien viene a terapia es que se da cuenta de que su manera de estar en el mundo no le funciona. Intuye que necesita cambiar algo de sí pero aún no sabe el qué.
Atender al carácter de la persona es justo prestar atención a las estrategias de adaptación que tuvo que usar en el pasado. Gran parte del trabajo en psicoterapia es ponerle atención a lo que hago y a cómo lo hago. Y lo más importante: ¿Qué vínculo hay entre lo que hago ahora y lo que tuve que hacer entonces? Conviene, eso sí, ser muy compasivo con uno mismo. Cómo hice es lo mejor (y lo único) que probablemente pude hacer en ese momento.
Viendo como funciona nuestra propia maquinaria inconsciente es gran parte del trabajo psicoterapeutico. Sólo observando mis mecanismos automáticos es como puedo comenzar a modificarlos y funcionar de forma más flexible en función de lo que la situación pida.
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