Encuentro, escucha y diálogo
Solemos acudir a terapia cuando las cosas van muy mal o sentimos que no podemos más. Muy angustiados, necesitamos saber el camino rápido, encontrar la solución,….
No nos damos cuenta de que muchas veces lo que buscamos de la terapia es paradójico: “no quiero sentirme mal cuando discuto con mi pareja”. Pero, ¿esto es realmente posible?, ¿qué quiero?, ¿qué necesito?
Entendemos la terapia como un apoyo. Un lugar de encuentro entre el terapeuta y la persona que acude a terapia. En palabras de Fritz Perls: “camino desde el apoyo externo (normalmente manipulativo) hacia el autoapoyo”.
Escucha terapéutica
El terapeuta está disponible conscientemente. Facilita una experiencia compartida donde podemos revisar nuestras vivencias. La escucha con conciencia significa presencia. Y facilita, a su vez, la toma de conciencia del otro. Esta es la llave que abre la puerta de nuestro crecimiento personal en terapia Gestalt.
La presencia a veces implica no decir nada. En los silencios también pasan cosas. En el silencio permitimos que emerjan aspectos que normalmente permanecen ocultos: asuntos pendientes, emociones, fantasías,… ¿Podemos escuchar el silencio? Yo creo que si.
La escucha en la Gestalt permite que el silencio comunique, más allá de las palabras.
Explorando los espacios comunes
La terapia no es un lugar donde se “dan recetas”: qué tengo qué hacer o cual es el camino correcto que tomar.
En Terapia Gestalt hay un diálogo auténtico, ¿en qué consiste?:
El conflicto que traes a terapia es como una madeja de hilo enredado que entre los dos vamos deshaciendo. Si yo doy pautas yo ocupo el espacio con mi subjetividad, con mi forma de ver las cosas. Y en el fondo empujándote, diciéndote como debes ser o actuar: ¿Te has sentido alguna vez así?
En Terapia Gestalt acompañamos porque permitimos que sea el Yo de cada uno el que encuentre su propio camino, respetando donde se encuentra y sus ritmos.
La terapeuta acompaña. Ofrece un “espacio seguro” y protegido para permitirle ser, en definitiva, la persona que es. Para explorar, probar, equivocarse, para caer y levantarse, ser frágil, llorar, reír, … para lo que cada uno quiera y sienta en cada momento.
La escucha en la Gestalt
La terapia es el encuentro entre dos personas que se comprometen a trabajar juntas. El diálogo en terapia Gestalt se construye más allá de las palabras.
Somos cuidadosas con la persona, sus circunstancias y la historia que nos trae. Por eso es una terapia individualizada, hecha a la medida de cada cual.
A través del encuentro, la escucha y el diálogo, también tomamos conciencia y nos hacemos responsables de nuestros deseos y necesidades. Aprendiendo a comunicarlos y favoreciendo la capacidad de pedirlos, si es el caso.
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