El libro del que venimos a hablar no acaba de salir. Y tampoco es demasiado reciente, ya que se publicó por primera vez en 1995. Pero es por lo impactante y significativo de esta obra por lo que queremos traerla. “La locura lo cura”, del terapeuta y “chamán” mejicano Guillermo Borja (alias “Memo”) es todo un escrito a favor de la verdad y la autenticidad.
Este libro fue escrito pocos meses antes de su muerte, cuando el VIH era aún una enfermedad mortal. Acababa de salir de una prisión estatal en México en la que estuvo recluido durante 4 años. Allí, Memo se armó de valor para encargarse del pabellón penitenciario psiquiátrico. Un lugar al que nadie quería entrar, y que se encontraba en un estado de abandono, desolación y ruina. Consiguió hacer de ese espacio un sitio amable y habitable. Y devolvió a los “locos” la humanidad que el sistema penitenciario les había negado. En sus años previos Guillermo Borja trabajó como discípulo y colaborador de Claudio Naranjo en los primeros SAT que se hicieron en España. Su estilo abrupto y desenmascarador dejó huella en toda una generación de terapeutas.
Todo un manifiesto vital
“La locura lo cura” es todo un manifiesto, no solo orientado a la psicoterapia sino a la vida. Es por ello que no es un libro recomendable solo a psicoterapeutas. No nos vamos a encontrar en él un contenido demasiado técnico ni formal. Más bien al contrario, ya que sale radicalmente de la línea apolínea que traza la mayoría de los manuales de psicoterapia. Quizás hay fragmentos tan politicamente incorrectos que con razón pueden escandalizar, pues plantea algunas situaciones que hoy día irían en contra de cualquier código deontológico.
Pero si vamos más allá de las formas provocadoras, acordes con el carácter confrontativo y dionisiaco del autor, “La locura lo cura” es ante todo un manifiesto por la salud. ¿Y cuál es la idea de salud de la que habla Memo? Pues en mi opinión aceptar la propia locura y no pretender ser lo que uno no es. En contra del estilo psicoterapeútico frío, formal y análogo al modelo médico, la idea de Borja es ante todo la de humanizar la relación terapéutica.
Quizás de lo que más nos enferme es pretender aparentar que uno está sano, que tiene todos sus problemas resueltos y que ya lo sabe todo. Irnos a cómo deberíamos ser en lugar de mirar con honestidad lo que somos y poderlo abrazar. Porque es en la más profunda aceptación de lo que somos como podemos empezar a cambiarlo.
La locura lo cura. Guilermo Borja. Ediciones La Llave. Año: 1995
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