“La risa mata el miedo, y sin miedo no puede haber fe, porque sin miedo al diablo ya no hay necesidad de Dios”
El nombre de la rosa
Prohibido ser feliz
Nuestra cultura sienta sus bases en el judeocristianismo. A pesar de los nuevos “valores” de esta sociedad de consumo orientados al disfrute y hedonismo, de manera implícita siguen perviviendo valores que hemos ido heredando. Una de las máximas que perviven es la creencia tácita de que “sólo se puede llegar al éxito, meta, felicidad, o lo que cada uno esté buscando, a través del esfuerzo y sufrimiento”. Ese sufrimiento excluye por necesidad el disfrute, el placer y la risa. Así, pareciera que la eficiencia solo pudiera acompañarse de seriedad.
El mismo sistema educativo nos enseña esto desde bien niños. Se ha demostrado que en realidad el niño aprende más y mejor a través del juego. Parece que el paradigma educativo pudiera estar cambiando poco a poco, pero el mensaje tradicionalmente transmitido en la escuelas es algo así como: “Esfuérzate, compite, sé alguien de provecho, disfrutarás solo cuando cumplas con tus obligaciones”.
Todos estos mandatos no tenemos más remedio que incorporarlos para sobrevivir en la sociedad que nos ha tocado nacer. Y el precio que pagamos es una profunda desconexión. La risa es una de las grandes damnificadas. La paradoja de esto es que con el surgimiento de la psicología positiva , parece que uno tiene la obligación de ser optimista y sonriente. Es decir, no solo tengo que ser esforzado, dedicado y competitivo, sino que además tengo que parecer feliz.
Volver a ser niños
“No te tomes la vida tan en serio, a fin de cuentas no saldrás vivo de ella”
Autor desconocido
Cuando la risa es real, hay mucho de inocencia y poco de apariencia. Brota de una conexión con nuestro interior, con ese niño que alguna vez fuimos y sentía la alegría de vivir. Cuando uno se ríe, de algún modo siente que esto del vivir no es algo tan serio como nos habían contado.
Hay numerosos estudios científicos que avalan los beneficios de la risa, puedes leer más sobre los beneficios de la risa. Desde mi experiencia personal, el humor y la risa me ayudan a quitar peso a la vida y a verla con más ligereza. Para mi la risa se trataba de una emoción menor, no era tan válida como el llanto. Observándome he descubierto que con la carcajada las sensaciones de mi cuerpo son muy similares a como si hubiera llorado; suelto lastre con ambas. Con el tiempo he ido dándole a la risa el valor que se merece.
El humor y la risa en terapia Gestalt
La terapia Gestalt es una terapia de autenticidad, el humor no sólo no está excluido, si no que se le da su espacio. Claro que, como siempre, también dependerá del estilo más o menos humorístico del terapeuta.
Reírnos de nuestro propio ego es una buena forma de verlo con distancia y nos ayuda a desidentificarnos de él. Podemos teatralizar y exagerar ciertas formas nuestras de funcionar hasta llevarlas a la caricatura. También podemos probar qué se siente siendo lo opuesto a lo que tanto nos sentimos identificados. El humor es una herramienta fabulosa para tomar conciencia.
Y para finalizar, me gustaría que si has llegado hasta aquí, te dieras el tiempo de ver este precioso corto. Gracias
[contacta]La risa es una cosa muy seriagoo[/contacta]
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