“El miedo nunca se quita totalmente, cuando se ama la vida y hay que arriesgarla, pero uno aprende a dominarlo, a mantenerlo sosegado, a usarlo cuando es necesario. El problema no es tener miedo, el problema es a qué tenerle miedo. No darle cabida al miedo irracional”
La mujer habitada. Gioconda Belli
Legitimando el Miedo en Gestalt
Como ya he dicho en otras ocasiones, el miedo como emoción es algo natural en nosotros, que tiene una función adaptativa. El miedo me protege de que no salte al vacio si me encuentro ante un precipicio. Es una de las emociones primarias y básicas de nuestro instinto de conservación. Para preservar nuestra vida, para protegernos frente al peligro. La terapia Gestalt recupera el miedo como una emoción que puede ser una aliada.
El miedo es una herramienta valiosa ante la vida.
Para profundizar más puedes leer otros artículos nuestros sobre el miedo: “El Miedo (Parte I): ¿Es la solución o el problema?”, “Emociónate conmigo: ¿Para qué sirven las emociones?” y “El poder de las emociones. Aprender a gestionar las emociones”:
Miedo… ¿a qué?… y ¿cómo?
¿Qué tipo de miedos podemos encontrar?, ¿cómo puede “desvirtuarse” la emoción de miedo?, ¿por ejemplo hacia algo que nos paraliza?
Existen diferentes tipos de miedos. Los síntomas son finitos y pero las causas infinitas. Es decir, dos personas con miedo a subir en ascensores probablemente desarrollen estos miedos de formas distintas. Una subirá en el ascensor sujetando un amuleto en su mano y otra no será capaz de meterse ni siquiera en el ascensor.
Cada cual experimentará el miedo de forma diferente. Yo puedo subir en un ascensor convencional pero no en uno panorámico, donde además siento susto frente a la sensación de altura y de visión del paisaje exterior abierto. ¿En todos los casos es el mismo miedo? No.
Por eso el miedo en Gestalt se aborda de manera individualizada y fenomenológica (se basa en la experiencia y vivencia única e irrepetible de cada persona)
Miedo “paralizante”
El miedo nos plantea dos cuestiones:
- ¿A qué tengo miedo?
- ¿En qué grado o intensidad lo vivo?
Ambas pueden llevarnos a que el miedo sea un problema, un callejón sin salida.
Un miedo a las culebras es saludable pero si me impide salir de casa o dedico mucho tiempo a registrar cada rincón para asegurarme de que no las hay, puede dificultar mi vida y dejar de ser adaptativo.
El miedo a volar es razonable (¿es natural que el hombre vuele?, ¿qué siente el organismo espontáneamente cuando mi sistema perceptivo recibe la información de que me encuentro a 30000 pies de altura?) Pero un miedo muy intenso a volar me llevará a no coger nunca un avión.
Miedo Irracional
El miedo es una emoción que aparece en respuesta de una amenaza real o percibida. En el miedo irracional me siento mal ante algo que objetivamente no es peligroso. En este caso “el objeto atemorizante” suele ser la máscara que oculta lo que realmente me está dando miedo. A veces el miedo también aparece por mis fantasías catastróficas. Aquí no es algo real sino imaginado en mi cabeza, lo que me lleva a experienciar (incluso físicamente) el miedo.
Miedo a Ser
Dice Claudio Naranjo en su libro La vieja y novísima Gestalt: “Llamémoslo apertura; estar consciente de que aquello que se da aquí y ahora en nuestros campos vivenciales, involucra un gesto básico de permitir-una aceptación indiscriminada de la experiencia, que se puede decir que involucra a su vez una renuncia a los estándares y expectativas.”
Si no somos capaces de esta “apertura” podemos bloquearnos en un miedo a la experiencia. Miedo a vivir, a dejarme llevar como el “rio que fluye”.
Esto implica un descompromiso con la vida, si es un miedo que me paraliza.
Trabajo con el miedo en Gestalt
En Terapia Gestalt profundizamos para entender el significado verdadero de ese síntoma (¿qué se esconde detrás de mi fobia a los lápices amarillos?) y quizá conocer su origen.
La terapia es como un puzzle, donde buscamos piezas que vamos encajando entre sí, dando un sentido unitario y global a nuestra vida, entendiendo nuestras dificultades o facilitando el tránsito a través de vivencias difíciles.
¡Continúa leyendo! El Miedo en gestalt (Parte III): Reflexión sobre nuestra imagen del miedo
[contacta]El miedo. Parte II[/contacta]