¿Por qué existe el miedo?
El miedo forma parte de nuestro repertorio de emociones como seres humanos. Es algo innato en nosotros, con sus propias “reglas de funcionamiento” que no podemos controlar (como nuestra piel o nuestro corazón).
El cuerpo es lo físico o material, lo que podemos tocar. Las emociones están compuestas de otra materia a la que no tenemos acceso directamente, ¿alguien le ha visto la forma al enfado? Aunque, hay algunos intentos de personalizar las emociones, que nos las hacen más cercanas. Como la película de animación de Pixar “Del revés” (Inside Out), que os recomiendo.
Las emociones se hacen presentes manifestándose en otras cosas. Podemos entenderlo bien si las comparamos con energía (sentimos que se mueven en nuestro interior y tienen gran fuerza). Mi gesto facial o tensión muscular si me siento llena de ira.
Para qué es útil el miedo. Cómo me ayuda
El Miedo me pone en alerta, a través de mecanismos fisiológicos (ritmo respiratorio, adrenalina, tasa cardiaca,…). El miedo me prepara para reaccionar rápidamente ante una amenaza (real o percibida). Pone todos mis sistemas listos para funcionar al más alto nivel. Me avisa de un peligro (me hace consciente). El miedo es muy adaptativo.
El Miedo es importante en nuestra supervivencia para evitar lo que puede ser dañino para nosotros.
Cuando el miedo se convierte en un problema
Cuando era niña me gustaba observar, en el jardín, cómo el escarabajo se quedaba inmóvil si yo lo tocaba, simulando que estaba muerto. Al igual que algunos animales, nosotros podemos bloquearnos, parar o disminuir nuestro funcionamiento vital ante una sensación fuerte de miedo. Aquí el Miedo me paraliza ante la vida.
También se expresa el miedo de forma diferente a su función original si lo somatizo o “lo desplazo”, localizándolo en el cuerpo. Por ejemplo en el bruxismo (rechinamiento o fuerte presión de los dientes). ¿Esto es rabia (reprimida y no expresada) o es miedo?
El miedo puede anular partes de mi ser como persona. Por ejemplo si tengo miedo a tener relaciones y se produce un bloqueo subsiguiente de mi sexualidad. Aquí se produce una desviación de la energía del miedo hacia síntomas u alteraciones sexuales, ya que es una necesidad del organismo (esa energía) que no puede ser ignorada y que siempre se manifiesta de alguna manera.
El miedo también sería un problema para nosotros cuando experimentamos un Miedo Irracional.
Soy fóbica y/o obsesiva.
Es importante cómo usamos las palabras. Hay dos conceptos (fobia, obsesión) que hemos oído muchas veces como “etiquetas” y que están muy relacionados con el miedo:
- Fobia = Evitar. Me meto en “mi cueva” (lugar de confort o seguridad) ¿Cómo evito situaciones de mi vida por el miedo?
- Obsesión= “Rumiar” pensamientos (les doy vueltas una y otra vez en mi cabeza).
Cuando digo “soy obsesiva” estoy uniendo el “ser” + “obsesiva”.
“Soy” es una etiqueta (algo que define una estructura rígida). Frente a esto las palabras “estoy” o “tengo” manifiestan el miedo (la obsesión o la fobia) como un estado, un proceso, que lleva implícito transformación o posible cambio.
El miedo me lleva a ser controladora y marcarme pasos muy rígidos para calmarme. Como cuando me voy imaginando los días que tengo para preparar un examen, aunque van pasando los días y voy posponiendo el estudiarlo. Esto me produce tranquilidad momentánea y una falsa sensación de control y seguridad.
El Miedo en Terapia Gestalt
¿Dónde se manifiesta (puedo ver) el miedo? En ocasiones es difícil identificarlo. A veces se enmascara en otras cosas como la tensión o contracción muscular.
Los sueños nos dan información importante, aunque suele estar “codificada” o cifrada en un lenguaje especial. En Terapia Gestalt podemos trabajar los sueños intentando “traducir” ese mensaje.
También puedo identificarlo “estando atenta” (tomando conciencia) a lo que hago en mis rutinas diarias. Esto podemos irlo incorporando a mi vida desde el tratamiento Gestalt.
A través de la Terapia Gestalt también “exploramos” el origen de que el miedo se haya convertido en un problema, desde algo en principio adaptativo. ¿Cuál es la génesis/origen del problema?, ¿quizá en nuestro desarrollo familiar?
Te invitamos a que continúes leyendo sobre el miedo:
El Miedo en gestalt (Parte II): El ascensor panorámico que me aterra
Y para finalizar, ¿qué mejor que un poco de música para “espantar” al Miedo paralizante?