La pérdida de deseo en los hombres
Hasta hace años creíamos que los hombres “nunca jamás” perdían el deseo erótico, que todos, ante un estímulo deseable estaban dispuestos a tener relaciones sexuales y si no era así es que igual no eran hombres de verdad. A día de hoy, entendemos que lo pierdan, pero rápidamente vienen a nuestra mente varias ideas: “ya no me quiere” y/o “no le gusto”. Sin embargo, con mayor frecuencia acuden a la consulta de profesionales parejas en las que el hombre ha perdido el deseo erótico y se siguen amando, se sienten atraídos eróticamente y no existen terceras personas.
¿Por qué los hombres pierden el deseo?
Por un lado, las mujeres hemos crecido pensando que los hombres siempre están dispuestos a iniciar una relación erótica. Por otro, a los hombres los “educan sexualmente” para que eso sea así. Entonces cuando un varón deja de desear, su comportamiento es incongruente con lo socialmente esperado y esto nos hace especular que algo en la relación anda mal: él, yo o el amor/atracción que nos une. Sin embrago, dejamos fuera de la ecuación al principal componente, el deseo.
El deseo hace referencia a aquellas sensaciones subjetivas específicas que nos mueven bien a buscar o bien a mostrarnos receptivos ante la posibilidad de una relación erótica. No hace referencia al amor. Además, el deseo varía y va construyéndose a lo largo de nuestra vida.
¿Qué hace que los hombres pierdan el deseo?
El origen de la pérdida del deseo erótico, mayoritariamente, se debe a causas psicológicas (estrés, depresión), físicas (ingesta de medicamentos y drogas, diversas enfermedades), sociales (educación prohibitiva, presión social), relacionales (problemas de comunicación) y el paso del tiempo (el deseo cambia constantemente).
Que un hombre pierda el deseo será signo de que algo ocurre; pero no necesariamente de que no me quiere o no le gusto. Hay que verlo como una señal a hacer caso. En ocasiones, nos advertirá de que lo que hacíamos y cómo lo hacíamos nos ha dejado de apetecer, y será necesario variar nuestras prácticas, no ser previsibles. En otras, será indicativo de que se está atravesando un momento de la vida en el que el bienestar psíquico o físico se ve afectado. En otros casos, el hombre puede estar sintiendo que todo eso que le han enseñado a pensar sobre su sexualidad no encaja con él.
¿Qué hacer cuando mi pareja no me desea?
Lo primero es pararse y mirar cómo vivimos lo que está sucediendo. Lo importante no es cuánto lo hacemos, sino cómo vivimos lo que hacemos.
Si nos damos cuenta de que lo vivimos con malestar lo siguiente sería identificar cuál es el posible origen de esa pérdida de deseo. Si sentimos que se debe a que nuestras relaciones eróticas son predecibles y que los gustos han cambiado, habrá que cambiar algunos elementos de estas, cómo el horario (físicamente la mejor hora es recién levantados), el escenario, introducir algún elemento nuevo (fantasías, juguetes…). Es decir, renovar nuestro modus operandi y ser creativos.
Si el origen se debe a causas psíquicas, físicas o sociales. El mejor camino será comenzar una terapia en la que tomar conciencia y comprender lo que ocurre para poder cambiar y/o aprender aquello que necesitamos para volver a desear.
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Se pierde el deseo para evitarse problemas con las mujeres, ademas se han puesto a pensar es que a los hombres no les educan para dar amor, solo vive del deseo. Llegas a esta perdida de deseo cuando es el fin de tu camino
Gracias por tu aportación. Un saludo