Primavera, la sangre altera
Madrid. Paseo del Prado. Son las 22 horas de una noche de abril y me sorprende ver las calles llenas de gente, como hormigas. Unos sentados en terrazas que abarrotan las aceras y otros paseando. Nadie lleva chaqueta. Hay quien incluso se atreve con tirantes ¿Ha llegado el verano? Me siento como si estuviera en…