Tus pensamientos no son el problema
¡No pienses en un elefante rosa! ¡Ni se te ocurra! De verdad, por lo que más quieras, ¡no pienses en un elefante rosa! ¡Ni lo intentes! Por favor…¡no tengas en tus pensamientos a un elefante rosa! Si estás leyendo estas líneas, me puedo imaginar que hasta le has puesto un tutú al elefante. Rosa, por…