¿Qué sucede para que sienta que mi pareja no me desea?
No me desea es la frase que algunas mujeres expresan en consulta. Cuando una mujer, día tras día, intenta iniciar una relación erótica y su pareja continuamente dice “ahora no”, “mejor en otro momento”, “he tenido un día muy duro”, “estoy muy cansado”… Poco a poco, va creyendo que algo sucede en su relación y se lanza a la búsqueda y a la creación de situaciones que cree que a su pareja le excitan, pero la respuesta sigue siendo negativa. Y es entonces, después de muchos rechazos y muchos intentos de todo tipo para hacer que el otro la desee, cuando van apareciendo en su mente ideas del tipo: no me desea porque “ya no me quiere”, “no le gusto”, “lo hago mal”, “está con otra”… ideas que a pesar de que su pareja le digan que no son ciertas, ella no deja de creer y se sentirá la responsable de la situación.
¿Qué ha pasado para que no me desee?
Cómo decía en el artículo anterior, existe un número cada vez mayor de hombres que dejan de desear porque su deseo se inhibe; pero de esto no es “culpable” ninguno de los dos miembros de la pareja, es un síntoma de que algo ocurre con el deseo de él que no va a depender de del amor de la pareja. Las cusas de la pérdida de deseo masculino pueden ser físicas, psicológicas o sociales y será desde ahí desde donde haya que intentar recuperarlo y no desde ya no me desea y soy yo la que tengo que hacer algo.
¿Cómo hago para sentirme mejor?
Pensamos que si logramos que él vuelva a desearnos y quiere mantener relaciones eróticas conmigo el malestar desaparecerá; pero no suele ser así. Después de coleccionar noes, de haber sentido nuestra feminidad cuestionada y de creernos que nos habían dejado de querer o no gustábamos lo suficiente, el hecho de que el otro comience a desearnos no hará que esto que se ha grabado en mí interior desaparezca.
Habrá que modificar nuestros pensamientos y sentimientos. Esas sensaciones, que a pesar de que el problema ya no existe, me siguen acompañando y parecen no querer irse. La alerta que se ha instalado en mí. Y en ocasiones, será necesaria la terapia para trabajar el rechazo, la pérdida, la culpa y la sensación de no ser suficiente, de que hay algo en mí que ya no vale para el otro. Y quizás nos demos cuenta de que alguna de estas creencias nos han acompañado desde siempre y tienen más que ver con nosotras, que con la situación que hemos vivido con nuestra pareja.
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Yo estoy cuatros años con alguien pero el tiene una chiquilina con el y yo sigo ahí. Pero el no me suelta y yo lo mamo y no me suelta pero no me desea en lo sexual. Mucho ya intente pero no puedo dejarlo… el solo quiere y le gusta mi compañia pero no me quiere hacer el amor y acabo sufriendo yo. Ya no se q hacer para alejarme..
Reflexión sobre tu situación emocional
Estimada V.,
Gracias por confiar en mí y compartir una situación que sé que puede ser muy difícil para ti. Lo que estás viviendo refleja una mezcla de emociones intensas y complejas, y es natural que te sientas confundida y desgastada emocionalmente.
Es importante reconocer que mereces una relación donde ambos se sientan valorados, deseados y respetados, tanto emocional como físicamente. El hecho de que te sientas atrapada en esta dinámica indica que quizás es momento de reflexionar sobre tus propias necesidades, límites y el bienestar emocional que deseas para tu vida.
Algunas preguntas que podrías plantearte son:
¿Qué es lo que realmente esperas de una relación de pareja?
¿Cómo te sientes contigo misma al estar en esta situación?
¿Qué pasos pequeños podrías tomar para priorizar tu felicidad y autoestima?
A veces, tomar distancia puede ser difícil pero necesario para encontrar claridad. También, el apoyo de un profesional puede ayudarte a procesar tus emociones, explorar los patrones de la relación y tomar decisiones que estén en sintonía con tus valores y bienestar.
Si lo deseas, podemos agendar una sesión para trabajar juntas en este tema y buscar herramientas prácticas que te permitan avanzar hacia la paz y el equilibrio que mereces. Estoy aquí para acompañarte en este proceso.
Quedo atenta a tu respuesta.
Un abrazo,
Adriana Mireles