¿Qué es hacer terapia? “El arte de tomar conciencia”
Soy de la opinión de que la terapia es tanto una ciencia como un arte. Ciencia en cuanto a procedimientos y conocimientos contrastados, arte en cuanto a la sensibilidad, receptividad y originalidad. Arte porque despierta la creatividad poniéndola al servicio de la resolución de conflictos y problemas, y porque trata con la individualidad, con lo único e irrepetible que hay en cada ser humano.
No se trata sólo de que el psicólogo aplique unas técnicas a un sujeto pasivo que se presenta con una conflictiva, puesto que no existen soluciones únicas ni correctas en lo que concierne al drama humano. Cada ser es un mundo, y forma parte de la habilidad del terapeuta confiar en los recursos de la persona para que encuentre sus propias respuestas auténticas y creativas, con un poco de apoyo al principio y cada vez de manera más autónoma.
¿Para qué sirve la terapia psicológica?
Mi propósito como terapeuta es acompañarte para que cojas las riendas de tu existencia, para que ganes en calidad de vida, para que te hagas cada vez más consciente.
“Del apoyo al autoapoyo” significa ir del apoyo externo, en este caso del terapeuta, a la capacidad de autosostenerte y autorregularte. Para ello el primer paso es que comprendas qué ocurre dentro de ti para que te sientas dividido/a, perdido/a, bloqueado/a, deprimido/a, ansioso/a, etc. Posteriormente podrás conectar con cuáles son tus necesidades auténticas y luego movilizar los recursos para la toma de decisiones y el paso a la acción.
La terapia da herramientas desde el conocimiento de ti mismo, para poder estar de otro modo en tu vida, eso no va a significar que vayas a ser feliz siempre, puesto que la vida está llena de frustraciones e imprevistos, sino que aprenderás a atravesar el dolor de otro modo, de un modo que no te generará sufrimiento extra, sino crecimiento y expansión.
El objetivo del proceso terapéutico no es la felicidad o ser mejor, sino el tomar conciencia, crecer, darte cuenta de ti, sentirte en compañía, dejarte apoyar, poder mirar tu vida con otros ojos y progresivamente ir adquieriendo la habilidad de autoapoyarte, sostenerte y ser consciente de lo que necesitas para que puedas, creativamente, diseñar formas de estar en la vida que te hagan sentir realizado/a.
Tirando abajo los mitos de la terapia
El terapeuta no es alguien que sabe todas las respuestas. Creo que la terapia no se trata solamente de saber, sino de sentir y compartir, de encontrar juntos soluciones creativas desde una comprensión profunda de lo que te ocurre.
Desde el enfoque terapéutico que ejerzo no se trata única y exclusivamente con el síntoma (ansiedad, depresión, miedos, bloqueos, sufrimiento…), sino con los procesos que subyacen a tales síntomas. Es decir, cuales son las dinámicas internas y externas que te acorralan y te producen sufrimiento. Por ello la terapia no consiste en recibir un consejo para solucionar un problema, (no es como tomar una pastilla para quitar la fiebre), sino que se trata de que elabores lo que te sucede, tomes conciencia.
Eres un agente activo y el curso y profundidad que tenga la terapia dependerá de cuanto estés dispuesto a arriesgar, a abrirte, a irte hacia dentro de ti, a confrontarte. Esto es un proceso que puede requerir tiempo, por ello es importante que no te presiones con exigencias sobre lo que deberías estar consiguiendo, sino que disfrutes del camino desde la curiosidad y el deseo de crecer. Simplemente hablar del tema que te preocupa sin sentirte juzgado, sino en un entorno de aceptación incondicional con lo que hay, ya es de por sí terapéutico.
¿Qué significa estar bien psicológicamente? ¿Puede ayudarme la terapia?
La salud psicológica tiene que ver con la toma de conciencia, la flexibilización del carácter, con recuperar la autenticidad y la coherencia de serte fiel a ti mismo, de amarte. Que te sientas bien en tu compañía, aprendas a dialogar contigo mismo y a mediar en los conflictos que existen dentro de ti. Ello trae como consecuencia que te relaciones mejor, tomes decisiones que promuevan tu felicidad, te protejas, te movilices hacia tus objetivos, etc.
Visto de este modo necesitar terapia no significa estar loco, defectuoso, ni mucho menos enfermo. Todos podríamos necesitar ayuda profesional en un momento puntual de nuestra vida, y a casi todos nos vendría bien reflexionar sobre para qué nos comportamos como lo hacemos, y si realmente existe una alternativa a la frase “es que yo soy así”.
Los comportamientos que generan sufrimiento son de carácter aprendido y como tal pueden desaprenderse. El carácter, si bien es difícil que pueda modificarse completamente, es susceptible de volverse más consciente y flexible, facilitando que puedas adaptarte de manera sana a las circunstancias y eventos que acontecen en tu vida.
Se hace camino al andar, y en terapia, además, el camino se hace entre dos. Todos tenemos miedo a la incertidumbre, a lo desconocido, a salir de la zona de confort, sin embargo es en estos espacios en los que es posible el crecimiento, la flexibilidad, la madurez y la creatividad.
Recuerda: el deseo de cambio es el primer paso para el cambio